Blanco&negro
MUNDODurante las últimas dos décadas, el exdictador estuvo preso en Estados Unidos y en Francia. En Panamá está condenado por homicidio, corrupción y estafas.
Corte francesa aprueba extradición de Noriega a Panamá
APFoto de archivo de Noriega, en 1989. |
Miércoles 23 Noviembre 2011
El exdictador Manuel Antonio Noriega regresará a Panamá por primera vez desde que fue derrocado en una invasión estadounidense hace más de 20 años, ahora que un tribunal francés aprobó el miércoles su extradición.
El anciano podría ingresar a otra cárcel cuando llegue a Panamá después de pasar las últimas dos décadas tras las rejas en Florida, bajo cargos vinculados con drogas, y en Francia, por lavado de dinero.
Panamá pidió la extradición de Noriega para que cumpla las condenas por homicidio, corrupción y estafas que le fueron dictadas en ausencia.
La corte de apelaciones en París anunció el fallo luego de meses de procedimientos legales en torno a un hombre cuyo complicado pasado ha mantenido ocupadas a las autoridades judiciales de tres países durante años.
Ahora resta que el primer ministro francés Francois Fillon firme el decreto administrativo para la transferencia de Noriega, lo que sucedería en los próximos días.
Amigos y enemigos por igual temían que Noriega pudiera morir en una prisión francesa, principalmente aquellos que combatieron sus violaciones a los derechos humanos durante su régimen de 1983 a 1989. Quieren ver que se le haga justicia en su propio país.
El anciano podría ingresar a otra cárcel cuando llegue a Panamá después de pasar las últimas dos décadas tras las rejas en Florida, bajo cargos vinculados con drogas, y en Francia, por lavado de dinero.
Panamá pidió la extradición de Noriega para que cumpla las condenas por homicidio, corrupción y estafas que le fueron dictadas en ausencia.
La corte de apelaciones en París anunció el fallo luego de meses de procedimientos legales en torno a un hombre cuyo complicado pasado ha mantenido ocupadas a las autoridades judiciales de tres países durante años.
Ahora resta que el primer ministro francés Francois Fillon firme el decreto administrativo para la transferencia de Noriega, lo que sucedería en los próximos días.
Amigos y enemigos por igual temían que Noriega pudiera morir en una prisión francesa, principalmente aquellos que combatieron sus violaciones a los derechos humanos durante su régimen de 1983 a 1989. Quieren ver que se le haga justicia en su propio país.
Noriega, otrora colaborador de la CIA y el hombre fuerte de Panamá durante la década de 1980, incomodó a Estados Unidos después de que se convirtió en aliado del cartel de narcotraficantes de Medellín.
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