miércoles, 19 de septiembre de 2012

Blanco&negro


Rafael Uribe Uribe, reformador y pedagogo social.
 Para Uribe Uribe las reformas económicas nada tienen de
 misterioso ni de difícil, sólo que son prosaicas, materiales,
 positivas y hasta vulgares, es decir, muy al alcance del
 común de la gente. La cuestión económica se reduce en
 definitiva, según él, a saber cómo se viste el pueblo, cómo
 se alimenta, cómo se aloja, cómo se mueve, si lleva a las
 espaldas bultos o si los lleva en carros, trenes, mulas, cómo
 se cura las enfermedades, si se las cura, qué lee, si lee,
 cómo se divierte; y en suma, cuánto es su salario y si le
 alcanza para satisfacer sus necesidades y las de su familia.
 Desde el punto de vista económico esto es una cosa para
 él muy elemental. Desde un punto de vista social son muchos
 sus aportes. Descanso semanal, reglamento al trabajo de
 niños y ancianos, seguridad para evitar los accidentes de
 trabajo. Entre otros aportes propuestos están:
La participación en las ganancias de la industria, banco de
 anticipos para obreros, asistencia médica gratuita para los
 empleados, distribución equitativa de impuestos, tributación
 progresiva, aplicación de la carrera administrativa,
establecimiento del seguro social, salario mínimo para obreros.
 Todo esto dicho y propuesto en 1904 cuando no existía
siquiera la clase obrera, ni se había dado la revolución rusa
 de 1905 y menos la de 1917, ni regía la constitución de
Weimar, ni se había hecho la declaración de los derechos
 humanos, hacen de Uribe Uribe el precursor de los derechos
 económicos, sociales y culturales y un creador de una doctrina
 social, como apunta Guillermo Cabanellas.

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