jueves, 23 de junio de 2016

COLOMBIA

Blanco&negro

 | 2016/06/22 16:53

Lo que sigue tras el cese

Lo que sigue tras el cese

Por MARTA RUIZ, CONSEJERA EDITORIAL DE SEMANA

El encuentro entre el presidente Santos y el jefe de las FARC Timoleón Jiménez será clave para poner el acelerador a los temas que faltan.

miércoles, 22 de junio de 2016

COLOMBIA

Blanco&negro

Adios a las armas

Nacidos en medio de la guerra pensamos muchas veces que no tendríamos la posibilidad de conocer un país en paz  en el que la violencia y el terror no fuera el rostro conocido del sistema político y del estado   y  una salida desesperada para sobrevivir. Desde niños nos ha perseguido el ruido de la guerra. Convivimos con tropas diarias en las calles, tanquetas en los parques y en los caminos y con los dolores de la muerte que durante un tiempo sentíamos de alguna manera que solo anidaba en las montañas lejanas y en las selvas desconocidas. Pero la guerra se extendió por todo el país y llegó hasta las puertas de nuestras casas.  Una historia muy larga y no pretendemos contarla ahora en esta breve nota. Ya buscaremos la manera de contar como crecimos en medio de un país en guerra y de las luchas de tanta gente durante tanto tiempo para encontrar esa difícil salida a los caminos de la reconciliación y a una paz democrática y transformadora.
La primavera se ha despedido pero nos ha dejado un regalo muy preciado cuando en la madrugada de este miércoles 22 de junio comisionados del gobierno colombiano y de la guerrilla de las FARC culminaron un intenso y complicado trabajo de muchos meses, mucha paciencia y mucha voluntad para concluir el Acuerdo de Cese al Fuego y Dejación de Armas que nos coloca muy cerca de la firma del acuerdo final. En términos generales se trata del acuerdo sobre el inicio del Cese Bilateral de Fuego, que en la práctica es la finalización del conflicto armado. Están definidas las Zonas de ubicación temporal de las tropas guerrilleras que facilitarán la verificación del cese al fuego; un cronograma para la dejación de armas y los mecanismos para las garantías de  seguridad de los ex combatientes tanto en las zonas de ubicación como en el proceso de su incorporación a la vida política, económica y social, sobre lo cual aún hay puntos secundarios por resolver.
Es previsible que este jueves se realice en La Habana un acto muy solemne para firmar este histórico momento, así calificado en las portadas de los principales diarios y medios colombianos y latinoamericanos. Estarán presentes el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el Comandante de las FARC Timoleòn Jiménez. Con ellos  Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, Raúl Castro, presidente de Cuba, Jhon Kerry, secretario de Estado de los Estados Unidos y otros presidentes latinoamericanos.
No ha sido fácil el camino y no será fácil todo el que falta por recorrer. La paz tiene enemigos muy poderosos cuyo escenario natural es la guerra y en la cual construyen su poder político y económico. Pero por encima de sus odios y rencores se impondrán los sueños de un pueblo que quiere conocer lo que nunca ha conocido. Poder vivir en paz.
Fuente/https://suenantimbresblog.wordpress.com/2016/06/22/adios-a-las-armas/

lunes, 13 de junio de 2016

ECOMIA

Blanco&negroUna de tantas manifestaciones que se han celebrado en las ciudades europeas contra la austeridad. /EFEUna de tantas manifestaciones que se han celebrado en las ciudades europeas contra la austeridad. /EFE
Una de tantas manifestaciones que se han celebrado en las ciudades europeas contra la austeridad. /EFE
MADRID.- La idea de la austeridad ha formado parte durante mucho tiempo de la cultura de gentes progresistas. Se consideraba necesaria para hacer frente al consumismo. El exdirector de El País Joaquín Estefanía recuerda, en la ponencia inicial publicada enEspacio Público, esa visión de la “austeridad progresista” frente a la que inspira la política económica dominante aplicada hoy en Europa.

“Hace tan solo unas décadas la austeridad parecía uno de los instrumentos centrales para impugnar desde la raíz un crecimiento basado en el derroche y en el desaprovechamiento de los recursos naturales”, sostiene Estefanía.

¿Hacia dónde nos conducen las políticas de ajuste basadas en la reducción de los salarios, el descenso de los precios y un menor gasto público? Según los defensores de lo que en el lenguaje académico se conoce como “austeridad expansiva”, los recortes de hoy provocarán el crecimiento de mañana.

¿Qué tiene que ver una concepción con la otra?, se pregunta el periodista en el texto inicial.

Estefanía recuerda, entre otras, las significativas aportaciones de Enrico Berlinguer, líder del Partido Comunista Italiano (PCI), que señaló que “la austeridad, según los contenidos y las fuerzas que la encaucen, puede utilizarse como instrumento de depresión económica, de represión política y de perpetuación y agrandamiento de las injusticias sociales, o como ocasión para la implantación de un modelo de crecimiento económico y social nuevo”.

Con la reflexión en torno a “este concepto arrebatado a la izquierda” y a las repercusiones de las políticas de recortes, Espacio Público, EconoNuestra y Economistas Frente a la Crisis, invitan a la participación en un debate que, con toda seguridad, será rico en aportaciones y argumentos y que se podrá seguir a través de la web de Espacio Público, difundido por Público.

[SE PUEDE SEGUIR EL DEBATE EN LA WEB DE ESPACIO PÚBLICO]
FUENTE/DIARIO PÚBLICO.ES/13-06/016


martes, 7 de junio de 2016

OPINION

Blanco&negro
Por: Salomón Kalmanovitz

El título del libro de Marco Palacios y Frank Safford lo expresa con precisión, Colombia: país fragmentado, sociedad dividida. Un libro reciente de Hillel Soifer comprueba esta hipótesis*. Él afirma que las cuatro regiones principales de Colombia vivieron desconectadas, cada una concentrada en sus propios problemas. “Las visiones del desarrollo se centraron en la promoción de progreso regional antes que nacional, que no dependían en la extensión de la autoridad del Estado central … Cuando existían múltiples centros urbanos que se destacaban en sus economías regionales y dividieron el país en zonas prominentes, la construcción de capacidad estatal centralizada fue impedida por el conflicto sobre prioridades de bienes públicos y por el hecho de que no parecía un proceso necesaria para alcanzar sus metas”.
La idea del Estado mínimo recorre la historia de Colombia, pero no siguió la corriente neoliberal de los años 90, por lo menos en relación con el tamaño del Estado que prácticamente se duplicó. La tributación pasó de una administración elemental que gravaba las importaciones en los puertos, a una cada vez más compleja que puede recaudar tributos a la renta y a los consumos en todas las ciudades del país. Falta todavía que llegue a la mayor parte de los municipios y grave los latifundios.
Los problemas de orden público también debían ser resueltos por las elites de cada región que recurrieron a privatizar la seguridad, mediante grupos especializados en liquidar al oponente. Esto fue notorio durante La Violencia y se repitió con la gran ola exterminadora que se inicia en los años 80. Sanchez Baute trae a cuento cómo en el Cesar los desmanes de las Farc con sus secuestros, vacunas y robo o destrucción de ganado, liderados por Simón Trinidad, le dieron impulso a las autodefensas de Jorge 40, ante la helada indiferencia de Bogotá frente a los problemas locales.
Las fuerzas armadas siguieron un patrón similar de insuficiente financiación e impotencia frente a los desafíos de los grupos armados ilegales. Hasta 1990 el gasto en seguridad no superaba el 2% del PIB. La lucha contra el narcotráfico y contra la proliferación de grupos armados ilegales convenció a la dirigencia nacional que debía hacer un esfuerzo sistemático para derrotar a la insurgencia y desmantelar los paramilitares. Con el Plan Colombia de la administración de Andrés Pastrana se logró modernizar todas las fuerzas, incluyendo la Policía, y se dotó de una aviación efectiva en destruir los campamentos de la insurgencia. En 2007 el presupuesto total de seguridad era cercano a 6% del PIB y financiaba medio millón hombres; con ellos, se revirtió el curso del conflicto interno a favor del Gobierno.
* State Building in Latin America, 2015.