Los colombianos encabezaron de nuevo en 2010 la lista de peticionarios de asilo en España en los controles fronterizos del aeropuerto de Madrid-Barajas, donde las demandas descendieron en un 40 por ciento respecto a 2009.
Según el coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear), Mauricio Valiente, estas cifras ponen de manifiesto una tendencia que comenzó hace varios años por las trabas que encuentran los refugiados.
Fuentes aeroportuarias dijeron a Efe que durante 2008 se presentaron en Barajas alrededor de un millar de solicitudes de asilo, cifra que bajó a 427 en 2009 y a 261 en 2010.
Valiente destacó el descenso en el número de admisiones a trámite de estas peticiones, ya que del total de 261 presentadas el pasado año en Barajas tan sólo fueron consideradas 109.
Para Cear estos datos demuestran que las políticas de la Unión Europea contra la inmigración ilegal bloquean el derecho de los refugiados a pedir asilo.
Según sus informes, el número de personas que huye de sus lugares de origen se ha mantenido en los últimos meses, y las peticiones de refugio en la mayor parte de Europa se han mantenido sin cambios.
"Sin embargo, los países del sur, como España y Grecia, se están convirtiendo en los gendarmes de Europa, al reducir considerablemente la admisión a trámite e incrementar la denegación de este derecho", manifestó Valiente.
Sobre las nacionalidades más demandantes de asilo en Madrid-Barajas, los colombianos ocuparon el primero lugar con 65 peticiones, frente a las 146 de 2009.
Hubo también 23 peticiones de palestinos, y alrededor de una decena de guineanos, turcos, argelinos, hondureños, somalíes y nacionales de Guinea Conakry.
Los peticionarios de asilo son asistidos en el aeropuerto de Barajas por letrados de CEAR y por el turno de oficio del colegio de abogados de Madrid.
Fuentes de esta última institución dijeron a Efe que cuando un demandante de asilo llega a Barajas, solicita la aplicación de este derecho a los agentes policiales de la frontera.
Los agentes comunican la petición a la Oficina de Asilo y Refugio y, en un plazo de 72 horas, se personan en el aeropuerto madrileño funcionarios de esta oficina, acompañados de letrados e intérpretes por si fuera necesario.
Estudiado el caso, los funcionarios emiten un veredicto sobre la admisión a trámite o no de la petición de asilo y si esta es denegada se puede solicitar una revisión del caso, por lo que los trámites se pueden demorar hasta nueve días.
Durante este tiempo los peticionarios de asilo permanecen en unas salas en las terminales 1 y 4 del aeropuerto madrileño, junto con los inadmitidos en frontera.
En estas salas, custodiadas por la Policía y vigilantes de seguridad privados, hay personal de Cruz Roja y asistentes sociales para atender a los peticionarios de asilo durante el tiempo que se prolongan los trámites.
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