sábado, 14 de julio de 2012

Blanco&negro


Brasil, Argentina, El Salvador y Paraguay, los países que menos crecen en 2012

Por:  14 de julio de 2012
América Latina no está en recesión como la eurozona, pero no todas sus economías gozan de la misma buena salud. La media de crecimiento para este año puede dar bien, pese a resultar menor que en 2011, y a su vez inferior a 2010. Sin embargo, el promedio esconde la realidad de algunos países con pobre crecimiento esperado, como Argentina, Brasil y El Salvador, e incluso con recesión, como Paraguay.

Nada menos que la economía más grande de Latinoamérica crecerá este año apenas 2,5%, un nivel bajo para una potencia emergente, según la rebaja de expectativas que ha reconocido su Banco CentralEl periódico The Wall Street Journal se ha atrevido a cuestionar lo que antes era palabra sagrada para los mercados: el éxito del modelo brasileño. El gigante sudamericano ha crecido en el primer trimestre del año solo 0,8%. Es decir, su expansión se ha estancado. El último reporte de la firma británica Consensus Economics, que recopila los pronósticos de bancos y consultoras de todo el mundo, indica que el mercado calcula que el PIB de Brasil se elevó 1,2% en el segundo trimestre y mejorará el 2,9% en el tercero y 4,2% en el cuarto. Se aguarda que las actuales políticas contracíclicas (bajada de impuestos y de los tipos de interés, devaluación del real) del Gobierno de Dilma Rousseff estimulen la economía. En total acabará 2012 con una expansión del 2,4%. La agencia de calificación crediticia Moody’s es la más optimista del sondeo: 3,4%, frente al ramplón 1,9% de la consultora Tendencias y del Deutsche Bank.Está claro que Brasil es el país latinoamericano más dependiente de las exportaciones a Europa y también se ha visto perjudicado por la desaceleración de China (crecerá a un elevado 8% anual, en lugar del sideral 10% previo), pero también sufre por años de apreciación del real, que han dañado la competitividad de su industria, y por el tal vez el desmesurado ajuste fiscal y monetario que el año pasado aplicó frente a una inflación que alcanzó el 5,9%.
Brasil, que ya viene de un crecimiento mediocre del 2,7% en 2011, verá cómo su consumo aumenta 3,6% en 2012, según Consensus Economics. La inversión se elevaría solo 1,8% y la actividad industrial permanecería estancada (0,6%). La inflación bajaría al 5%.
El problema de los pronósticos de Argentina es que algunos bancos y consultoras vaticinan el número de crecimiento que informará el cuestionado Instituto de Estadística (INDEC) de ese país, mientras que otros predicen la expansión real, sin sobreestimaciones gubernamentales. La media de los consultados por Consensus Economics arroja un crecimiento del 2,4% en 2012, mucho menos que el 7% que el sector privado calculó para 2011. Pese a que algunos analistas advierten de que el PIB argentino decreció en el segundo trimestre del presente año, el consenso del mercado habla de una expansión modesta del 1,8%, que será seguida por un 1,7% en el tercero y un 2,6% en el cuarto. Es decir, por ahora la mayoría de los pronósticos indica que Argentina esquivará la recesión que predicen algunos de sus analistas. De lo que no queda duda es que este país ha abandonado las altas tasas de crecimiento. Y lo ha hecho por influencia externa, sobre todo de Brasil, de una sequía que también ha afectado a su vecino y de políticas internas que han dejado encarecer los costes de producción, han restringido las importaciones de todo tipo (incluso de insumos y maquinarias) y han perjudicado la compra y construcción de viviendas a partir de la limitación (actual prohibición) de la compra de dólares para ese fin (durante décadas los argentinos han usado la moneda norteamericana para transacciones inmobiliarias, dadas las sucesivas devaluaciones del peso).
El consumo en Argentina crecería el 2,9%, tal vez porque la imposibilidad de ahorrar en dólares lo alentará. También el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner está alentando los créditos a los pensionados. La inversión, en cambio, caería el 0,1%. Tal vez no disminuya más poque el Estado también promueve el crédito hipotecario y ha obligado a los bancos, incluidos BBVA y Santander, a prestar el 5% de los depósitos privados para inversiones productivas. La industria produciría un 2,1% más que en 2011. La inflación oficial llegaría al 10%, pero la real, la que miden las agencias provinciales de estadística, arroja un 22,8%. Un dato no menor: cinco de las ocho provincias que miden los precios están retrasando la difusión de los datos de mayo. No se sabe si es por presión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la misma que vienen soportando desde hace cinco años los trabajadores del INDEC que se han rebelado contra la manipulación de las cifras.

También crecería poco en 2012 El Salvador, un 1,8%. Claro que la inflación no sería tan elevada como la de Argentina sino del 3,7%.
Paraguay, en cambio, se contraería. El país que sufre una fuerte sequía y que además atraviesa una crisis política derivada de la polémica destitución de Fernando Lugo de la presidencia vería una contracción de su PIB del 0,6%. Los precios, a su vez, se elevarían el 5,3%.
En la próxima entrada comentaremos sobre los países latinoamericanos que más están creciendo en 2012, pese al vendaval europeo y a la incertidumbre financiera internacional.

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