viernes, 13 de abril de 2012

OPINOMETRO

Blanco&negro


   Por: Alexander Muñoz

E Segorbe, abril de 2.012
                                    


LA METAMORFOSIS DE LA IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI

Tratare por los lados este asunto con el conocimiento corto, raso y encogido que nos brinda el claustro universitario, la calle y la misma actividad.  La metamorfosis como esa teoría camaleónica de Darwin que ve en la naturaleza una  posible hipótesis que dice de donde  hemos salido contraviniendo la arista dogmática Y  teológica del ser viviente.  Con estos cálculos hemos aprendido que todo tiene un ciclo en el que se nace, crece, se reproduce y muere.  Que al igual, la necesidad de supervivencia da como resultados funestos o no, el tener que agrandar el pescuezo como la jirafa para comer o el cambio de piel o plumaje para resguarecernos del frio.  Luego la persona natural con la innovación, el desarrollo y la misma evolución han ido mucho más allá permitiendo cambios sustanciales grabados a la necesidad personal;  nos hemos vuelto más  pasivos  en un mundo global galopante que no da tregua para hacer la reflexión y reivindicar una teoría  que nos lleve a encontrarnos con la verdad, verdadera. Con estas premisas la razón caminará despacio mientras los adivinos, brujos y leguleyos propongan una lógica ideal.  Darwin, hace mención al agua como elemento esencial  para que una especie nueva tenga su código genético y se de la vida.  Lo  físico,  en  pleno siglo XXI toma  la mayor relevancia poniendo en entredicho todo tipo de teorías, corrientes filosóficas, políticas y   teológicas.  En esta diatriba, nace una tercera vía y es la necesidad urgente de poder acomodar la verdad y dar paso y remedio a la credibilidad religiosa y científica para advertir de donde averno hemos salido. Si juntamos estos dos teoremas, podíamos decir: . La tercera podría resultar propia de una  conclusión ancestral  y científica con   mutaciones y   transformaciones de cada era.
En futuro, la evolución nos dará como resultados un lenguaje más justo donde podamos entendernos mejor, un ensayo político, económico y social adaptado a nuestras necesidades; una cultura más humana y excelsa; solidaria y comprometida con su yo y el ser circundante; una economía no dependiente o dependiente que permita a un grosor en masa, evaluar y concluir en común.  En fin, podríamos mirar muchas situaciones; la robótica,  la cibernética, el avance progresivo de la carrera armamentística y  las energías, ente otras   muchas, que nos aparcarán en  conjeturas que nos llevarían a pensar que todo gira en un normal comportamiento evolutivo. He de pensar que nadie se aferra a una verdad adosada, pegada a la última palabra; la población se viene preparando para asumir ese nuevo reto global y evolutivo. Por ejemplo, me adelantaría a creer que la gente de acuerdo  a lo que ve, siente y necesita no se ata a una filosofía o corriente de opinión; estoy convencido que los transeúntes normales y joviales no se aferran ya por ejemplo a un sólo color  o filosofía política como lo hacían sus progenitores y antecesores; ni mucho menos en matrimonio con estas corrientes económicas, sociales o culturales.  El pueblito ya esta observando que las religiones, los climas, lenguajes, deportes, familia, crianza de sus hijos, y todo lo que nos rodea van en dirección evolutiva progresiva y por ende va dejando en las personas normales algunos desagravios  y comportamientos jerárquicos y de costumbre a un lado.
Para terminar,  quiero centrar mi opinión en la evolución de la izquierda, por ejemplo,  La imperiosa necesidad de hacer cambios sustanciales para poder sobrevivir como lo ha hecho la naturaleza. Me causa sensación morbosa que hay personas y medios que muestran una involución de la izquierda, no sólo a nivel local, sino  general.  Los medios de comunicación y los airados lideres de la derecha (que por cierto estos grupos no los veo evolucionando, más bien conservando una disciplina de partido que los  llevará al desarraigo social y al caos de la democracia) aplauden ferozmente  y meten en un saco a toda la izquierda tratándolos de radicales, ultras, anarcos, dictadores, idealistas, populacheros; iguales que todos los politiqueros, mentirosos, radicales,  en fin; una cantidad de epítetos y vejaciones para demostrar que la única verdad la tienen  quienes aplauden y califican el capital como la máxima expresión de la sociedad culta y socialmente sostenible. No podría pensar que sólo existe una sola corriente filosófica de  izquierda, existen muchas  que  toman legados y postulados a su debido criterio de actuar frente al común.  No podría pensar que Marx, Engels, Lenin, entre otros, tengan la única razón de gobierno o la última palabra; de ahí que vea las diferentes corrientes del pensamiento zurdo buscando mejores posiciones para su colectivo.  En sí, la carrera evolutiva y  la urgente necesidad  hace desprender de lo que pueda pensar, el  respetar los credos y religiones, o porque no, la misma economía capitalista como lo trata de hacer en este momento Cuba.  Las ramas del poder como garantía  del orden democrático y hasta aceptar las mismas reglas de la urbe y del poder popular; democracia.  Son muchas cosas que hacen que hoy la gente se vuelque más a los partidos modernos que van evolucionando; ya el bipartidismo anacrónico y vejuzco que hacen del poder un fortín y una empresa criminal privada, esta en vías de extinción como la era de los dinosaurios.
Hoy la reingeniería de la izquierda pasa por despertar nuevos caminos que lo lleven a la casa consistorial y al parlamento con ánimos de gobernar, hoy la izquierda se juega en las urnas la posibilidad de evolucionar conjuntamente con las necesidades del pueblo, se juega esa posibilidad de alternativa que garantice al común, la soberanía, la calidad de vida y la justicia social. Eso si, si retoma de sus padres filosóficos un poquito de cada uno y por supuesto lo que la gente requiere y reclama.  La evolución en la izquierda entró con la muerte de los partidos tradicionales que han visto en el poder el lucro personal, el lucro de sus amigos  y el interés de los monopolios capitalista.  El problema no es del nombre o del INRI con el que se carga a cuestas, el problema es que no hemos podido diferenciar el liderazgo y quien lo ejerce; el problema no esta en la estampa, esta en las personas que le damos el poder y la confianza.
La izquierda hoy evoluciona de acuerdo a cada democracia, y  cada democracia camina de acuerdo a la educación del elector primario.  Es probable que en el camino de la evolución de los términos democráticos y la misma definición o la falta de compresión  del pueblo, se busque otro camino distinto, pero lo cierto es que ya se ha recorrido demasiado y la única posibilidad es ir mejorando y actualizando el poder que otorga el elector primario.   La posibilidad de ejercer el poder, la posibilidad de hacer bien las cosas, la posibilidad de gobernar es la definición real del arte de la política e indiscutiblemente también es el arte de saber esperar; arte inmerso en la política; más sin embargo, la gente aboga por otro modelo que le garantice por lo menos los servicios básicos generales en condiciones dignas y de calidad; la gente reclama más compromiso y responsabilidad; reclama menos falacias y menos     politiquería. Nos queda  el camino de aceptar los nuevos retos que nos impone el común; hacer lo de la araña. Ir tejiendo la red de tal manera podamos mecernos en ella, con hilos fuertes, con dedicación, con esmero,  con demasiado compromiso y trabajo; esos son los nuevos retos de la izquierda nueva, esa izquierda que ha empezado a entender que puede ser alternativa de gobierno metiéndose nuevamente en el tejido social, Evolucionando.






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