jueves, 6 de octubre de 2011

Blanco&negro


Por:
MUÑOZ, Alexander


CUENTO CHINO.


Creo saber poco de economía, pero creo que los pueblerinos de a pie, aquellos que no cogemos la Baldor o la receta o la formula mágica de los dioses del claustro universitario, o la de estos especialistas que desde su perspectiva lanzan acusaciones y recomendaciones al modo  o modelo económico, y lo componen y recomponen a su conocimiento sano o perverso; o estos asesores que se creen que se las saben toda. Pues, a todos estos quiero decir lo siguiente: "Somos aquellos que contamos con los dedos y metemos las monedas en una carterita muy pequeña donde nos caben los céntimos y el recorte de la lotería"; " somos aquellos que hacemos la compra y repostamos combustible, gente del común que sufre en carne propia las barbaries de la macroeconomía, los que sabemos de donde son los productos y los que miramos las etiquetas y las fechas de vencimiento."  Personas del común que conversan en un bar o en una  terraza como suben los productos  de la canasta familiar y sabemos y recomendamos donde se puede comprar y que producto coger.  Aquellos que sin lugar a dudas saben manejar el ahorro y sabemos repartir el dinero, pasándolo de un bolsillo a otro; en uno la compra y en el otro el pago de los servicios públicos, y bueno, luego dos bolsillos en la parte trasera, uno para los gastos cotidianos y familiares y el otro para las urgencias. 
Luego vienen los consejos del cuadro resonante del TV,  la radio y la prensa con sus paginas extensas con los pormenores de los ingentes esfuerzos que hacen los empresarios para garantizar los salarios justos y los ingentes esfuerzos de los politiqueros por defender esas posiciones. Y nada, lo que se dice en las calles es que el modelo continúa y que la crisis se prolongara más, y eso lo dicen los hombres de a pie, la gente que sabe que no madruga porque el jefe le dijo:< aquí están tus papeles, vete al paro>, no porque hallamos pasado por la Harvard o por la Complutense  de Madrid; o porque hallamos seguido el consejo a rajatabla del noticiero o halla escuchado los debates televisivos.  No, la gente dice lo que siente y lo dice con fuerza de poder, lo dice con dolor y con sabiduría, porque somos los de a pie los que vivimos el cotidiano en la calle. Entonces nos preguntamos y ¿porque tanto desbarajuste? ¿Porque tanto desequilibrio económico? ¿Porque no hay políticas de choque frente a una crisis latente y continuada? Y es cuando miro el cuento chino.  Pero antes de hacer mención a mi reflexión, quiero manifestar mi decidida defensa por la migración e inmigración  y la movilización libre declarada como derechos universales de toda persona.    Lo que a mi parecer,  la inmigración es urgente y necesaria para todo país, desarrollado o no.  Pienso que sí es necesaria una política reguladora migratoria que nos permita decir;  quien trabaje en blanco o en negro y que venga en bien, goce de garantías especiales en dicho país. Quienes  entren en un país y lo haga con motivación dañina o maleva, lógicamente no goce de dichos privilegios, y quien lo haga con motivos lucrativos desleales y  que vayan en detrimento de la economía local, las restricciones sean aun mayor.
Mi reflexión a lo anterior va en el sentido  racional y lógica.  Observado el comercio y recorriendo los polígonos industriales y por supuesto conversando con la gente,  oteo lo siguiente: Deslealtad, no consumo, no crédito, no incentivos, desconfianza y falta de políticas en Pro de lo social y falta de iniciativa e inventiva para salir del atolladero.
Me referiré a lo primero, de acuerdo a mi  forma tonta de ver las cosas, posterior escribiré sobre lo que veo y pienso de los demás temas que esgrimo.
Competencia desleal.  Como voy a obtener una competencia leal, cuando mi producto no compite con precios, cuando mi producto es más costoso que el producto manufacturado  de mi vecino. Cuando voy a competir con mi producto, si mi materia prima  es 100 veces más costosa que la del otro.  Igualmente, además de estos, no se entiende las posiciones gubernamentales cuando  se adoptan mediadas que van en detrimento del comerciante; como por ej: el comercio local vive un constante combate entre sus gobernantes por recuperar zonas de estacionamiento y  el gobierno local en recuperar impuestos, tasas y cobro de alquiler de las zonas publicas.
    Las prerrogativas y concesiones de acuerdos arancelarios y de impuestos que por tratarse  de acuerdos internacionales los productos advenedizos resulten más encantadores a la hora de mirar los precios es muy cuestionable. El control de calidad se pierde en el afán de resguarecer un céntimo, aquí no hay fea, hay es economía,  Todo esto y aun más, hace que los pequeños negocios cierren y nos veamos en una situación tal como la que estamos padeciendo.
Me permito pensar morbosamente que se viene cayendo en una trampa mortal, esto lo digo sin estudio o fundamento alguno; repito, lo que veo y lo que analizo. Una trampa que pone en alto riesgo la micro-empresa  y la mediana empresa; la  empresa que puede hacer 100 pantalones diarios o 100 caballitos de palo o 1000 flores de jardín.  Creo pues, que en este tema de libre comercio y loco comercio, se debería presentar iniciativas de choque que permitan fortalecer la mediana y pequeña empresa, los incentivos y los créditos y por supuesto el seguimiento y control  para garantizar una competencia leal. Reflexionar en lo local con inventiva y generosidad, con perspectivas de globalidad pero sin dejar escapar estos asuntos que nos permiten pensar que nos están vendiendo el cuento chino, que estamos comprando chino porque eso es lo que  hay. Pero ojito, mucho cuidado, que no se trata de decir gren go  o chino go, se trata de rediseñar una estrategia de cortafuegos que permita al comerciante y al empresario, igualmente vender sus productos y de paso exportarlos. No podemos llorar sobre la leche derramada, el tsunami entró  y se alojó,  y ha dejado una tempestad que no se quiere desvanecer, y para eso hay que llamar al constituyente primario para preguntarle por los destinos de su pueblo, no entregárselo a los politiqueros de turno para que sigan  desgreñando y sigan escondiendo sus capitales  y continúen defendiendo tesis en Pro de la macroeconomía global. Al constituyente primario no se puede citar para una reforma constitucional de asuntos laborales, se debe citar para direccionar y para reformar lo arcaico y vejuzco y los asuntos que perjudican las clases sociales y marginales. Por ejemplo: para que rey? Para que el senado? Para que la guardia civil, la diputación;  y para que darle a la iglesia tantos recursos si ésta es indolente. Cosas como estas y otras más.  Como por ejemplo: la reforma política   hay que abordarla dentro de un llamado nacional primario.   Esta discusión la deben  dar los partidos políticos. Cosas como pensiones vitalicias y gastos inoficiosos que pagamos los de a pie, son los temas que debe abordar la política local, comarcal y nacional. Son los líderes de los llamados partidos políticos los que deben hacer la reflexión, y si no lo hacen, dejémonos de cuentos chinos y pongámonos en la tarea de ayudar a direccionar el país,  porque siguen confundiendo a la gente con una paella y una fiesta patronal, donde lo más importante pasa por la cagada de un toro y la visita de don, o doña que avalan y aplauden como en los viejos tiempos del circo romano,  pan y una corona de espinas.
  

a 3 de octubre de 2.011

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