martes, 27 de septiembre de 2011

VARIEDAD

Blanco&negro


Sin compromiso

El vínculo y el compromiso de los amigos con derechos es menos fuerte que el de un noviazgo tradicional, pero mayor que el del sexo casual.
El vínculo y el compromiso de los amigos con derechos es menos fuerte que el de un noviazgo tradicional, pero mayor que el del sexo casual.
PSICOLOGÍACada vez más personas están buscando sexo y compañía en amigos mientras encuentran su pareja ideal. Pero según la evidencia, estas relaciones podrían traer más costos que beneficios.
Sábado 24 Septiembre 2011

Hace algunas décadas, el vínculo entre un hombre y una mujer se enfocaba en una relación duradera: el matrimonio. Hoy, en la medida en que la gente está posponiendo esa fecha, han surgido nuevas posibilidades, como los amigos con beneficios, un híbrido entre la relación sexual casual y la amistad, que, según los expertos, está aumentando no solo entre los jóvenes, sino entre parejas de todo el mundo.
Un estudio publicado en la revista Psychology Today muestra que casi el 50 por ciento de los jóvenes entre 20 y 30 años ha tenido este tipo de relación, pero también está sucediendo cada vez más entre personas casadas que encuentran a alguien con quien quieren ser algo más que amigos pero sin poner en peligro la estabilidad de su matrimonio. Justin Lehmiller, de la Universidad de Colorado, corroboró lo anterior con mil personas que sostenían una relación de este tipo, al encontrar que la popularidad de esta tendencia iba más allá de las universidades.

El fenómeno es tal que Hollywood le está sacando jugo. En enero se proyectó en salas de cine la película Sin compromiso, con Natalie Portman y Ashton Kutcher, que cuenta la historia de una joven que no quería involucrarse sentimentalmente con nadie, pero aun así decidió sostener con un amigo una relación en la cual la regla principal era no enamorarse. La próxima semana le llega el turno a la cinta Amigos con beneficios, protagonizada por Justin Timberlake y Mila Kunis, que relata la historia de dos extraños que se conocen en un bar justo después de haber terminado relaciones sentimentales serias.

A pesar de estas aproximaciones cinematográficas, los amigos con beneficios siguen siendo, según Lehmiller, una categoría completamente nueva e inexplorada, por lo cual es difícil describir su naturaleza. Para empezar, no se trata solo de amantes. Muchos creen, por ejemplo, que la gran motivación en estos casos es el sexo, pero Lehmiller encontró que lo que más pesa entre estas parejas es la amistad. “Quieren una compañía pero también un amante regular, y no están dispuestos a tener algo más intenso ni complicado”, dice el experto, en su trabajo.

Si bien no se deben fidelidad entre ellas, las personas que se involucran en este tipo de relaciones quieren sentir que son únicas. “Por eso se debe dar una especie de ignorancia parcial entre ambos para que tenga éxito”, dice el profesor de Filosofía de la Universidad de Haifa, Israel, Aaron Ben-Zeev. Esa ignorancia tácita ayuda a no enterarse de todos los detalles del otro, lo cual es ideal para evitar reclamos. Otros estudios señalan que la mayoría de los amigos con beneficios sí quieren compromiso, pero más tarde, y mientras encuentran a la persona indicada con la que van a compartir su vida y sus hijos, se encuentran cómodos con estas amistades privilegiadas.

Algunos la definen como una relación con quien se quiere tener relaciones sexuales en más de una ocasión. Como aclara Ben-Zeev, “el vínculo y el compromiso de los amigos con beneficios es menos fuerte que el del amor romántico, pero mayor que el del sexo casual”. Para Paul Mongeau, profesor de Comunicación de la Universidad de Arizona, el término ‘amigos con beneficios’ se ha convertido en una sombrilla que cobija muchos tipos de arreglos sexuales entre las personas, algunos de ellos más familiares que otros.

Los expertos admiten que la frecuencia de estas relaciones ha aumentado por el surgimiento de las redes sociales, espacios donde la gente establece vínculos fácilmente. Así mismo, ha incidido el miedo generalizado de los jóvenes al compromiso y a las responsabilidades de las relaciones tradicionales. Es el caso de Sergio, un joven de 23 años que no se quiere casar y odia las obligaciones relacionadas con el noviazgo. Por eso tiene una relación con una mujer en la cual no se hacen preguntas, no se presentan a sus respectivas familias y hay libertad de salir con otras personas. “Si ella me pide explicaciones, yo le digo que guarde los límites”, señala Sergio.

En algunos casos, el vínculo de esta amistad se vuelve más fuerte, en cuyo caso pueden pasar a una relación formal. Pero otras historias no tienen el mismo final rosa. Algunos investigadores han encontrado que la mayoría de los amigos con beneficios terminan cuando uno de los dos encuentra una persona significativa en su vida o cuando se enamoran del otro y no son correspondidos. Rebecca Plante, científica del Ithaca College, tomó una muestra de 120 universitarios entre 18 y 27 años, y encontró que en dos tercios de los involucrados surgían sentimientos de amor. “Cuando esto sucede –dice Ben-Zeev–, esa persona podría comportarse como un amante, pero la falta de reciprocidad podría complicar las cosas porque a un enamorado genuino no le gustaría estar en una relación tan informal”.

Otro estudio, hecho en la Universidad de Michigan, encontró que apenas una décima parte de los encuestados pasaban de amigos con beneficios a novios, mientras un tercio terminaba la relación. Pero uno de cada cuatro eventualmente acabó con todo, la relación y la amistad. El mismo trabajo demostró que la mayor causa de estrés de estas personas es luchar contra el enamoramiento o por lo menos por no ser la persona que más se involucre en la historia. Paradójicamente, lo anterior hace que la transparencia, una de las ventajas de la amistad, se acabe, pues la pareja empieza a ver el tema de ‘los dos’ como tabú. De esta forma, la gente cree que estas relaciones van a ser más fáciles que los noviazgos tradicionales porque no hay amor ni compromiso, “pero esta manera de pensar es muy ingenua porque el sexo sin sentimientos no existe”, agrega Plante.

“¿Por qué no puede ser el sexo como el tenis?”, pregunta Dylan, el personaje de Timberlake en la película. “Al final, los dos solo tendrían que darse un apretón de manos y seguir su vida”. La respuesta podría estar en la química del cerebro. Según Helen Fisher, autora del libro Why We Love, tener una relación sexual con un amigo puede llevar al amor, y generalmente las primeras que caen en las redes de Cupido son las mujeres. Incluso, en ciertas culturas, como la nepalesa, ellas tienen un dicho que traduce ‘el pene entra y el amor llega’. Según Fisher, la biología contribuye a esto pues la actividad sexual incrementa los niveles de dopamina y norepinefrina, dos químicos que contribuyen a la sensación de estar enamorado. De ahí que acostarse con un ‘simple amigo’ pueda encender el circuito cerebral del romance. “Por eso es peligroso tener relaciones sexuales con alguien con quien no desea involucrarse. Aunque la intención sea solo casual, podría terminar enamorado”, dice la experta.

Otros consideran que lo mejor para evitar complicaciones es establecer reglas claras: no tener expectativas; ponerle límite a la relación, es decir, que no dure más de tres meses; no pasar mucho tiempo juntos; hablar por teléfono solo una o dos veces a la semana; no analizar el tema con otros, ni siquiera con el psiquiatra; no quedarse a dormir con esa persona y no decirle nunca cosas bonitas ni románticas. Fácil, ¿no? 

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