Blanco&negro
SEXUALIDADRecientes investigaciones científicas han encontrado que tres relaciones sexuales a la semana tienen efectos positivos insospechados en la salud. Estas son seis de esas ventajas.
Eche pa’ la pieza
Con la evidencia científica que se tiene, no hay excusas para sacarle el cuerpo a un encuentro sexual. Estos alivian los dolores, hasta los de cabeza, liberan del estrés y, de ñapa, ayudan a mantener el peso. Es el ejercicio perfecto, según los expertos. |
Sábado 19 Febrero 2011
Nadie duda de que la sexualidad es una de las fuentes de placer más importantes del ser humano. Pero la novedad es que recientes estudios científicos han mostrado beneficios insospechados de la actividad sexual para la salud. Según el médico Ian Kerner, experto en la materia, siempre se había creído que tener buena salud era un requisito primordial para tener una vida sexual gratificante. "A la luz de los nuevos hallazgos, se ha podido comprobar que lo contrario también es válido, es decir, que el coito ayuda a mejorar la salud de las personas". Se trata de una nueva área de exploración, en la cual todavía hay discusión sobre cómo se da esta influencia. Como lo dijo Jennifer Bass, del Instituto Kinsey, "sabemos que las personas saludables tienen más actividad sexual". Pero también se está observando que el sexo tiene un impacto positivo en el organismo. "Lo que está por aclararse es qué viene primero". Independientemente de la respuesta, la recomendación de los médicos hoy es que dos o tres orgasmos semanales, como mínimo, podrían ser el remedio para condiciones concretas, muchas de ellas males modernos como el estrés, el infarto y la depresión. Estos son seis de estos beneficios específicos confirmados en el laboratorio.
1 Más jóvenes
Un estudio de largo plazo hecho por investigadores del Royal Edinburgh Hospital, en Escocia, con 3.500 personas entre 30 y 101 años, encontró que la actividad sexual regular podría hacer ver a una persona entre cuatro y siete años más joven. Para el trabajo, se le mostró fotos de los participantes a un panel de jueces, que debía adivinar la edad de las personas en las imágenes. Quienes fueron considerados más jóvenes fueron los de mayor actividad sexual. La responsable de este efecto sería la hormona de crecimiento cuya producción se aumenta durante la cópula. Otros trabajos han encontrado un incremento de la hormona Dhea durante la etapa de excitación de la pareja. Esta hormona, considerada como la fuente de la eterna juventud, ayuda a mantener la piel saludable, repara los tejidos y tonifica los músculos.
2 En forma
¿Sin tiempo para el gimnasio? No importa. Se ha calculado que, en promedio, una relación ayuda a bajar cinco calorías por minuto. Los besos y las caricias, si son apasionados, suben la presión arterial y por lo tanto ayudan a quemar calorías. Otros estudios han establecido que el cuerpo puede perder 150 calorías en una faena sexual de media hora, y el tiempo promedio que una pareja gasta en las lides del amor es de 25 minutos. Esto, tres veces a la semana, significa 450 menos calorías, lo cual es mejor que una vida sedentaria en la cama. De ahí en adelante, todo incremento en la frecuencia de estos encuentros será una ganancia. Otros expertos han encontrado que la sexualidad ayuda a mantener el cuerpo en forma gracias a que estar desnudo frente a la pareja crea una conciencia de su imagen corporal y genera motivación para hacer ejercicio y quitarse los kilos de más.
1 Más jóvenes
Un estudio de largo plazo hecho por investigadores del Royal Edinburgh Hospital, en Escocia, con 3.500 personas entre 30 y 101 años, encontró que la actividad sexual regular podría hacer ver a una persona entre cuatro y siete años más joven. Para el trabajo, se le mostró fotos de los participantes a un panel de jueces, que debía adivinar la edad de las personas en las imágenes. Quienes fueron considerados más jóvenes fueron los de mayor actividad sexual. La responsable de este efecto sería la hormona de crecimiento cuya producción se aumenta durante la cópula. Otros trabajos han encontrado un incremento de la hormona Dhea durante la etapa de excitación de la pareja. Esta hormona, considerada como la fuente de la eterna juventud, ayuda a mantener la piel saludable, repara los tejidos y tonifica los músculos.
2 En forma
¿Sin tiempo para el gimnasio? No importa. Se ha calculado que, en promedio, una relación ayuda a bajar cinco calorías por minuto. Los besos y las caricias, si son apasionados, suben la presión arterial y por lo tanto ayudan a quemar calorías. Otros estudios han establecido que el cuerpo puede perder 150 calorías en una faena sexual de media hora, y el tiempo promedio que una pareja gasta en las lides del amor es de 25 minutos. Esto, tres veces a la semana, significa 450 menos calorías, lo cual es mejor que una vida sedentaria en la cama. De ahí en adelante, todo incremento en la frecuencia de estos encuentros será una ganancia. Otros expertos han encontrado que la sexualidad ayuda a mantener el cuerpo en forma gracias a que estar desnudo frente a la pareja crea una conciencia de su imagen corporal y genera motivación para hacer ejercicio y quitarse los kilos de más.
3 No más gripas
Estar en la intimidad con una persona que estornude y tosa no es muy sensual. Pero sí está confirmado que los encuentros sexuales mantienen a raya los resfriados y las gripas. De acuerdo con estudios realizados por investigadores de la Universidad de Wilkes, Pensilvania, se ha podido establecer que aquellos estudiantes que tienen relaciones sexuales dos veces a la semana presentan niveles más altos de inmunoglobulina A, o IgA, un tipo de anticuerpo. La IgA se encuentra en la saliva y las mucosas y es la primera línea de defensa del organismo frente a las infecciones. Por lo tanto, el sexo, en una frecuencia moderada, mejoraría el sistema inmune. Otros estudios han encontrado que las defensas se fortalecen gracias a que al hacer el amor las personas se exponen a los microbios de su pareja. Pero hay límites. Las investigaciones han encontrado que los adictos al sexo estarían más estresados y ansiosos, por lo cual se cancelaría el efecto benefactor ya que estas sensaciones deprimen el sistema inmune.
4 Menos estrés
Si está agobiado por los problemas, el remedio podría ser un orgasmo. Según Bass, "el clímax ayuda a calmar a la gente y a conciliar el sueño, incluso si la persona lo obtiene mediante la masturbación". La razón es que luego de un orgasmo viene una intensa oleada de calma y relajación. Por eso, la mayoría se queda dormida después de experimentarlo. Esto se debe a que durante el acto sexual, el cuerpo emite una hormona conocida como oxitocina, lo que a su vez provoca la secreción de endorfinas. Y una buena noche ayuda a capotear mejor el estrés al otro día. Todas ellas ayudan a aliviar el dolor y a producir una sensación analgésica en el cuerpo. Un estudio encontró que la gente que pasa de tener relaciones sexuales una vez al mes a una vez a la semana obtiene un nivel de felicidad parecido al de recibir un aumento de sueldo. Pero esto último no aplica a quienes pagan por sexo ni a los que engañan a sus parejas. Otro estudio reciente, hecho con estudiantes de la Universidad de Nueva York, sugiere que el semen es un antidepresivo natural, pues las mujeres que tuvieron relaciones sin condón eran más felices que quienes usaban el preservativo. "Es evidente que la vagina absorbe componentes del semen que luego se detectan en el flujo sanguíneo", escribieron los autores en el trabajo. El sexo también ha sido relacionado con una disminución de la neurosis, que se caracteriza por cambios de ánimo y preocupación.
5 Un corazón saludable
Algunos estudios recientes publicados en el Journal of the American College of Cardiology confirman que el sexo y el corazón son grandes aliados y no enemigos, como muchos creen. 'Morir en el acto' es muy poco frecuente. Los científicos han descubierto que los hombres que reportan tres o más orgasmos a la semana tienen 50 por ciento menos infartos y derrames cerebrales si se les compara con hombres que tienen una frecuencia sexual más baja. En este punto, la hormona Dhea vuelve a relucir, pues un orgasmo aumenta la producción de esta sustancia, que ayuda a mejorar la circulación y la dilatación de las arterias. Por eso un problema de disfunción sexual es un indicador temprano de una mala salud cardiovascular. En general, hoy se sabe que el sexo incrementa el flujo sanguíneo, y esto es bueno para todos los órganos, incluido el cerebro. Cuando la gente se excita, la presión de la sangre aumenta y llega más flujo a la cabeza, lo cual mejora el desempeño de la mente no solo en la cama, sino fuera de ella. Más oxígeno en los demás órganos significa también que estos se pueden limpiar para poder hacer mejor su trabajo.
6 Longevidad
El sexo con una frecuencia regular podría añadir años de vida. En un estudio del British Medical Journal, los científicos encontraron que los hombres que hacen el amor una vez al mes tienen el doble de riesgo de morir en los diez próximos años que aquellos que lo hacen una vez cada semana. Investigadores de la Universidad de Duke también encontraron este efecto en las mujeres que reportan gozar de una vida sexual. En este caso, las más activas vivirían entre siete y ocho años más que las mujeres que son indiferentes al tema. La razón no es muy clara, pero algunos especulan que se debe a todas las ventajas mencionadas anteriormente. Como lo dice Bass, "la sexualidad, por ser un ejercicio, ayuda al cuerpo a luchar contra los síntomas del paso del tiempo".
Estar en la intimidad con una persona que estornude y tosa no es muy sensual. Pero sí está confirmado que los encuentros sexuales mantienen a raya los resfriados y las gripas. De acuerdo con estudios realizados por investigadores de la Universidad de Wilkes, Pensilvania, se ha podido establecer que aquellos estudiantes que tienen relaciones sexuales dos veces a la semana presentan niveles más altos de inmunoglobulina A, o IgA, un tipo de anticuerpo. La IgA se encuentra en la saliva y las mucosas y es la primera línea de defensa del organismo frente a las infecciones. Por lo tanto, el sexo, en una frecuencia moderada, mejoraría el sistema inmune. Otros estudios han encontrado que las defensas se fortalecen gracias a que al hacer el amor las personas se exponen a los microbios de su pareja. Pero hay límites. Las investigaciones han encontrado que los adictos al sexo estarían más estresados y ansiosos, por lo cual se cancelaría el efecto benefactor ya que estas sensaciones deprimen el sistema inmune.
4 Menos estrés
Si está agobiado por los problemas, el remedio podría ser un orgasmo. Según Bass, "el clímax ayuda a calmar a la gente y a conciliar el sueño, incluso si la persona lo obtiene mediante la masturbación". La razón es que luego de un orgasmo viene una intensa oleada de calma y relajación. Por eso, la mayoría se queda dormida después de experimentarlo. Esto se debe a que durante el acto sexual, el cuerpo emite una hormona conocida como oxitocina, lo que a su vez provoca la secreción de endorfinas. Y una buena noche ayuda a capotear mejor el estrés al otro día. Todas ellas ayudan a aliviar el dolor y a producir una sensación analgésica en el cuerpo. Un estudio encontró que la gente que pasa de tener relaciones sexuales una vez al mes a una vez a la semana obtiene un nivel de felicidad parecido al de recibir un aumento de sueldo. Pero esto último no aplica a quienes pagan por sexo ni a los que engañan a sus parejas. Otro estudio reciente, hecho con estudiantes de la Universidad de Nueva York, sugiere que el semen es un antidepresivo natural, pues las mujeres que tuvieron relaciones sin condón eran más felices que quienes usaban el preservativo. "Es evidente que la vagina absorbe componentes del semen que luego se detectan en el flujo sanguíneo", escribieron los autores en el trabajo. El sexo también ha sido relacionado con una disminución de la neurosis, que se caracteriza por cambios de ánimo y preocupación.
5 Un corazón saludable
Algunos estudios recientes publicados en el Journal of the American College of Cardiology confirman que el sexo y el corazón son grandes aliados y no enemigos, como muchos creen. 'Morir en el acto' es muy poco frecuente. Los científicos han descubierto que los hombres que reportan tres o más orgasmos a la semana tienen 50 por ciento menos infartos y derrames cerebrales si se les compara con hombres que tienen una frecuencia sexual más baja. En este punto, la hormona Dhea vuelve a relucir, pues un orgasmo aumenta la producción de esta sustancia, que ayuda a mejorar la circulación y la dilatación de las arterias. Por eso un problema de disfunción sexual es un indicador temprano de una mala salud cardiovascular. En general, hoy se sabe que el sexo incrementa el flujo sanguíneo, y esto es bueno para todos los órganos, incluido el cerebro. Cuando la gente se excita, la presión de la sangre aumenta y llega más flujo a la cabeza, lo cual mejora el desempeño de la mente no solo en la cama, sino fuera de ella. Más oxígeno en los demás órganos significa también que estos se pueden limpiar para poder hacer mejor su trabajo.
6 Longevidad
El sexo con una frecuencia regular podría añadir años de vida. En un estudio del British Medical Journal, los científicos encontraron que los hombres que hacen el amor una vez al mes tienen el doble de riesgo de morir en los diez próximos años que aquellos que lo hacen una vez cada semana. Investigadores de la Universidad de Duke también encontraron este efecto en las mujeres que reportan gozar de una vida sexual. En este caso, las más activas vivirían entre siete y ocho años más que las mujeres que son indiferentes al tema. La razón no es muy clara, pero algunos especulan que se debe a todas las ventajas mencionadas anteriormente. Como lo dice Bass, "la sexualidad, por ser un ejercicio, ayuda al cuerpo a luchar contra los síntomas del paso del tiempo".
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