lunes, 4 de febrero de 2013

Blanco&negro


Partidos se acomodan al escenario político
Arrancó la campaña política en Colombia.

El expresidente Álvaro Uribe en el lanzamiento de su campaña, acompañado de sus exministros Oscar Iván Zuluaga y
 María del Rosario Guerra./Cortesía ‘El Informador’
Con la misma estrategia con la que empezó la campaña que lo llevó a la Presidencia en 2002, el exmandatario Álvaro Uribe Vélez presentó en Santa Marta su proyecto político Centro Democrático con una meta específica: “La retoma del poder”. Le madrugó a una disputa electoral que promete un duro enfrentamiento con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien construye su propia estrategia electoral, con el apoyo de los partidos que integran la Unidad Nacional y uno que otro coequipero que terminará por sumarse para ganar en las urnas.
En la capital del Magdalena, acompañado por lo más selecto de su guardia pretoriana —el exvicepresidente Francisco Santos, los exministros Óscar Iván Zuluaga y Marta Lucía Ramírez, el senador Juan Carlos Vélez, el exgobernador Luis Alfredo Ramos y el presidente de Fedegán, José Felix Lafaurie—, Uribe lanzó su plataforma política. Los pilares de su discurso están cantados: oposición al proceso de paz que se adelanta entre el Gobierno y las Farc en Cuba y la defensa de su principal bandera: la Seguridad Democrática, que asegura ha sido descuidada por Santos.
El abrebocas de lo que será la arena política en los próximos meses se dio en Riohacha, a donde llegó Uribe el pasado viernes, acompañado de uno de sus precandidatos a la Presidencia, el exministro Óscar Iván Zuluaga. Sin embargo, como en todo tinglado político que se respete, en la capital de La Guajira el gobierno Santos hizo lo propio. Primero a través del ministro de las TIC, Diego Molano, quien acudió allí para entregar más de mil tabletas digitales y a inaugurar el punto Vive Digital para la región, y no muy lejos la avanzada política oficialista.

A Riohacha también llegó el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras. Lo hizo para poner en marcha el proyecto de entrega de casas gratuitas para La Guajira. Por otro lado, el vicepresidente Angelino Garzón también apareció con el pretexto de hacerles seguimiento a las políticas públicas de derechos humanos en la región. Sin querer queriendo, más de 20 congresistas se sumaron como por encanto, algunos declarados santistas y otros, como resulta habitual en su profesión, que le prenden una vela al ‘santo’ que mejor alumbre.
Lo que se vivió en La Guajira puede ser la antesala de lo que vivirá el país en los próximos meses: algunos que han enarbolado las banderas del santismo en la capital no tuvieron ningún problema en compartir tarima con Uribe. Los más visibles: los congresistas del Partido de la U, el representante Alfredo Deluque y el senador Jorge Ballesteros. Incluso este último invitó al exmandatario a una reunión política que se realizó ayer. De lo que se habló, seguramente se conocerá en el curso de los días.
Otra peculiar coincidencia dejó presagios. A la tradicional Fiesta a la Virgen de los Remedios, por coincidencia o no, llegaron el vicepresidente Garzón y el expresidente Uribe. Nadie confirmó si hubo encuentro personal entre los dos dirigentes. Lo que pudo establecer El Espectador es que la hija de Angelino Garzón, Ángela Garzón, seguramente va a integrar la lista de candidatos al Senado por el uribismo. Como para atar cabos sueltos, hace pocos días el vicepresidente declaró: “Si Santos va a la reelección no seré candidato a nada. Si no va, quedo en libertad”.
Lo ocurrido en Riohacha constituye una buena muestra de lo que se empieza a proyectar en el entorno político. El liberalismo ha tomado la decisión de ignorar la fuerza del uribismo en las próximas elecciones, pero no sabe cómo va a superar su propia puja por el poder. El exministro Horacio Serpa parece decidido a ser cabeza de lista al Senado. El expresidente Ernesto Samper postuló a su hijo, el viceministro de Justicia, Miguel Samper, para que sea primer renglón a la Cámara por Bogotá. El exmandatario César Gaviria también pretende que su hijo Simón Gaviria continúe dirigiendo el partido.

Como en la perinola, todos juegan. El ministro Germán Vargas tiene los ojos puestos en el liberalismo. Con distintas opciones: disolver su partido Cambio Radical y entrar pisando fuerte como bastión del santismo. El Partido Conservador, en su eterna encrucijada de los últimos tiempos. Mientras la exministra Marta Lucía Ramírez y los senadores José Darío Salazar y Liliana Rendón plantean la necesidad de conformar coalición con el Centro Democrático, el presidente de la colectividad, Efraín Cepeda, quiere apagar el incendio recordando que en 163 años de historia nunca el partido ha renunciado a sus propias listas.

Hasta las tercerías están indecisas. Permeado por la influencia de Uribe, el Partido Verde ya vive su crisis. La renuncia de Enrique Peñalosa a la colectividad y la decisión de su escudera, la senadora Gilma Jiménez, de no participar más de la coalición de Unidad Nacional, son señales de lo que puede suceder en los próximos meses. Con el riesgo de perder su personería jurídica, a los verdes les queda pensar que el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, dicte alguna directriz, o que el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus decida regresar de frente a la arena política.
Una decisión con otro telón de fondo a la vista. El movimiento Progresistas, disidente del Polo Democrático, trata de avanzar hacia un acuerdo político con el Partido Verde, como lo admitió el exsecretario de Gobierno de Bogotá Antonio Navarro, en entrevista con El Espectador. Pero entre los verdes también hay santistas, como el alto consejero para el Diálogo Social, Lucho Garzón, o el presidente de la colectividad, Alfonso Prada. Ellos le apuestan a mantenerse en la Unidad Nacional, pero a la hora de la desbandada no dejan de ser políticos.
En pocas palabras, en el marco de la disputa Uribe-Santos, cada quien hace sus apuestas. El presidente se la juega por mantener la fuerza de la coalición de Unidad Nacional, apoyado por el lanzamiento a la arena política de miembros de su gobierno como David Luna, Carlos Fernando Galán, Cristina Plazas, Alejandro Char y Gina Parody, quienes no han confirmado sus aspiraciones. Uribe sigue fiel a su estrategia: configurar un movimiento político con el respaldo de sus escuderos y la disidencia de los partidos políticos. ¿Qué va a suceder en los próximos meses? La pelea apenas empieza.

La polémica estrategia del expresidente Uribe
Una de las banderas que ha usado el expresidente Álvaro Uribe para hacerle oposición al gobierno de Juan Manuel Santos ha sido el fallo de la Corte Internacional de La Haya, que redefinió el mapa marítimo del país. El exmandatario ha insistido en desacatar la decisión del máximo tribunal internacional.
En el marco de su campaña política, de cara a las elecciones al Congreso y la Presidencia de la República, Uribe ha anunciado recorrer el país. Hoy San Andrés será el escenario desde donde hará oposición.
Por otro lado, no ha dejado de generar polémica la publicación, desde su cuenta en Twitter, de unas fotografías en las que se ven los cuerpos sin vida de los tres policías asesinados en zona rural de Maicao (La Guajira), presuntamente por las Farc. Estas estrategias han desatado polémica, pues hay quienes señalan que no se debe hacer política ni con asuntos de soberanía ni con la muerte de miembros de la Fuerza Pública.

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