¿De dónde viene la Navidad?
El árbol de Navidad -como lo conocemos en la actualidad- llegó primero a Finlandia a principios del siglo XIX. En Inglaterra en la década de 1840, el castillo de Windsor exhibió el primer árbol navideño. |
¿Cuándo se coló San Nicolás por las chimeneas latinoamericanas y le pusimos un árbol bajo el cual poner regalos? ¿Y cómo fue que un pavo voló hasta una mesa navideña en París?
La Navidad, palabra derivada del latín nativitas o nacimiento, es una de las principales fiestas cristianas que marca el nacimiento de Jesús de Nazareth.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo nació Jesucristo pero se cree que en la Edad Media los líderes de la Iglesia cristiana, inspirados en los evangelios de San Mateo y San Lucas, fijaron la fecha con el fin de sus fieles se alejaran de las celebraciones paganas, en este caso, vinculadas al solsticio de invierno.
Pero todos los adornos a esta fiesta se desarrollaron con el tiempo y BBC Mundo quiso explorar esas historias.
La primera Navidad
Documentos históricos señalan que la primera Navidad celebrada en América Latina tuvo lugar el 25 de diciembre de 1492.
La celebración se realizó en "La Hispaniola", la isla que actualmente conforman Haití y República Dominicana, poco después de que los europeos descubrieran que existía América.
De acuerdo con la historia, Cristóbal Colón realizaba un reconocimiento del área cuando la carabela "Santa María" registró problemas.
Ante este obstáculo y con la ayuda de indígenas, se puso a salvo la carga que traían los conquistadores y con la madera de la carabela se procedió a construir un fortín. Allí se quedaron 39 hombres, parte de la tripulación, según relata la autora Virigina Nylander Ebinger en el libro "Aguinaldos, costumbres navideñas, música y comida de los países de habla hispana en América".
El fuerte se terminó de construir el 25 de diciembre y en consecuencia Colón lo llamó "La Navidad", día en el que los españoles celebraron esta fecha religiosa por vez primera en suelo americano.
En conversación con BBC Mundo, la profesora de Filología Hispánica de la Universidad de Alicante Beatriz Aracil señala que la primera navidad propiamente americana de la que se tiene registro fue en 1526. Fray Pedro de Gante le escribió al Rey Carlos V sobre esta celebración con los indígenas en México, territorio que entonces se conocía como la Nueva España.
El misionero franciscano -tras dedicar buen tiempo a aprender y asimilar la lengua (Nahuatl) y las costumbres indígenas- le describe al monarca cómo introduce la Navidad dentro del proceso de evangelización. Así, detalla cómo había transformado las costumbres indígenas en ritos cristianos.
Fray Pedro de Gante le escribe a Carlos V y le cuenta que mantuvo la música de los cantos indígenas pero les cambió la letra y describe cómo compuso versos solemnes en honor a Dios.
Además, las mantas que llevaban los indígenas mexicanos las pintó con temas alusivos a la Navidad e incorporó a los más pequeños: disfrazó a los niños indígenas de ángeles para que cantaran en Nochebuena villancicos, señala Aracil.
Árbol de Navidad
La tradición del árbol de Navidad tiene raíces germánicas pero son diversos los orígenes que se le atribuyen.
Algunos historiadores ubican bases iniciales del árbol de Navidad entre los años 680 y el 754, cuando San Bonifacio -quien daba un sermón a druidas- cortó un árbol que simbolizaba el denominado árbol del Universo, sagrado por los paganos, y en su lugar plantó un abeto que adornó con manzanas y velas como símbolo del amor de Dios.
Entre las diferentes versiones, otros apuntan a que fue en el siglo XVI cuando los cristianos en Alemania comenzaron a decorar árboles con luces en sus casas y que el reformador Martín Lutero fue el primero en poner en su hogar un árbol de Navidad.
El árbol de Navidad -como lo conocemos en la actualidad- llegó primero a Finlandia a principios del siglo XIX. En Inglaterra en la década de 1840, el castillo de Windsor exhibió el primer árbol navideño.
En Estados Unidos, ilustraciones del árbol y la familia real británica fueron adaptadas. Se le eliminó la corona a la reina y el bigote al príncipe Alberto para que la escena luciera como una familia estadounidense reunida alrededor del árbol de Navidad. Esa ilustración es considerada la primera imagen influyente de un árbol de Navidad en Estados Unidos. Registros apuntan a que en 1870 se inició esta costumbre en España.
Algunos historiadores señalan que en 1864, Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota llegaron a la ciudad de México para tomar posesión del recién formado Imperio Mexicano. Los emperadores austriacos trajeron la tradición a México pero tras el fusilamiento del monarca esta costumbre fue abandonada y retomada posteriormente.
Tras su popularización en Europa y Estados Unidos, el árbol pasó a ser utilizado en América Latina. La profesora Aracil señala que tanto el árbol de Navidad como San Nicolás son elementos relativamente recientes que surgieron a mediados del siglo XIX y que se han arraigado con más fuerza en los países en donde no existen o no han prevalecido tradiciones más antiguas.
San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel
Se trata de un personaje legendario que en Occidente le trae regalos a los niños en Navidad. San Nicolás, el Viejito Pascuero, Santa Claus o Papá Noel, vive en el Polo Norte y viaja en un trineo.
Sin embargo, San Nicolás necesita de varios renos voladores mágicos que empujan el trineo y que permitirían repartir los regalos en la noche que va del 24 de diciembre al 25 de diciembre.
Aunque es una leyenda muy antigua, que se vincula a la mitología escandinava y a dioses como Odin, Thor y Saturno, e incluso algunos ubican sus orígenes en Asia, se señala que la figura estaría inspirada en un obispo cristiano, San Nicolás de Myra, que vivió en el siglo IV en Anatolia -territorio que hoy es Turquía- y cuyas reliquias se conservarían en Bari, Italia.
Se cuenta que el obispo era muy bondadoso y la historia más popular señala que ayudó a tres doncellas pobres, que no tenían dote para casarse y que estaban a punto de ser vendidas por su padre en desesperación. Ante el infortunio de esa familia, durante la noche el obispo tiró por la ventana tres bolsas de oro que las salvó de ser vendidas.
Fue en el siglo XVII cuando la imagen de Santa Claus llegó a Estados Unidos procedente Holanda,-país en el que se venera a Sinterklaas o San Nicolás, un personaje que trae regalos a los niños el 5 de diciembre.
Los medios de comunicación han tenido un papel muy importante en promover este personaje. Santa Claus tal y como lo conocemos hoy -regordete y vestido de rojo- fue producto de una ilustración realizada en 1870 por el dibujante alemán-estadounidense Thomas Nast sobre la base de un poema de Clement Moore.
Curiosamente, en 1902, Nast fue nombrado cónsul general de Estados Unidos en Ecuador bajo el gobierno de Theodore Roosevelt y murió en ese país latinoamericano producto de la fiebre amarilla.
Santa Claus ha sido utilizado ampliamente como herramienta comercial. En particular la empresa Coca Cola utilizó su imagen por primera vez en anuncios publicitarios destinados a promocionar la bebida carbonatada a partir de 1930 y esos anuncios también fueron llegando adaptados a la región.
Aunque la figura de San Nicolás ha sido difundida en América Latina, en algunos países de la región los regalos corren principalmente por cuenta del Niño Jesús como en los casos de Colombia, Venezuela y partes de México, mientras que los Reyes Magos reparten presentes en países como Puerto Rico y España.
El Pesebre, Belén o Nacimiento
El origen del belén, nacimiento o pesebre, como se le denomina a la escena del nacimiento de Jesús, presenta bastantes problemas, le señala a BBC Mundo el historiador y antropólogo Luis Pérez Armiño.
Y es que entre los historiadores no hay acuerdo en torno a la fecha de origen exacto de esta costumbre de raíces itálicas. Sin embargo, Pérez indicó que las fuentes más fiables dicen que surgió entre el siglo XIV y XV y que tuvo que ver con una serie de representaciones teatrales que se iniciaron en la Edad Media.
Posteriormente estas representaciones que se hacían en las iglesias se fueron sustituyendo por imágenes estáticas.
De acuerdo con Pérez Armiño, el pesebre llegó a América de la mano de los conquistadores españoles, quienes acompañados de misioneros utilizaban la imagen del misterio que resultaba "muy ilustrativa para el proceso de evangelización".
Las imágenes eran un recurso valioso para propagar la fe. "En principio, estas imágenes se hacían en España y se llevaban a América. No es sino hasta el siglo XVIII cuando surge el belén típicamente americano", afirma.
"La iglesia ponía mucho énfasis en la ortodoxia, que se siguieran fielmente los postulados católicos. Sin embargo, en América existen religiones indígenas muy arraigadas y, por ejemplo, es muy normal en los belenes de Bolivia que el niño en vez de nacer en un pesebre lo haga en la puerta del Sol de Tiahuanaco, en el Lago Titicaca", expresa Pérez Armiño.
En cuanto a la imagen del nacimiento, el historiador señala que en principio se representaba sólo a la Virgen, a San José y al Niño.
Posteriormente se añadieron los pastores y los Reyes Magos, hasta llegar a las escenas de mercado y de posadas que surgen entre el siglo XVIII y XIX.
Es precisamente en el siglo XVIII cuando el pesebre alcanza su auge derivado de la tradición de Nápoles, pues es allá donde el belén se convierte en un verdadero arte, pues los mejores escultores del momento participan en su elaboración.
El Pavo
Y si muchas costumbres europeas han pasado a formar parte de nuestras tradiciones, nuestro aporte a la Navidad fue el sabor. La profesora Aracil señala que la gastronomía indígena de América se ha mantenido aunque en cada país existen variaciones.
Los guajalotes o pavos son originales de México y su forma de prepararlo tiene raíces aztecas.
Según Heriberto García Rivas en el libro "Cocina prehispánica mexicana", a la llegada de los españoles el guajalote no era un ave silvestre, ya era criada en patios.
Algunos historiadores señalan que a principios del siglo XVI un grupo de jesuitas españoles, que vinieron con los conquistadores, lo llevaron de América a Europa y le llamaban gallina de las Indias.
García Rivas indica que después de España, Francia fue el segundo país europeo que adoptó el pavo pues el rey Luis XIV lo tenía como uno de su platos favoritos.
El autor afirma que el pavo se puso en boga en la época de ese rey francés y durante la guerra de independencia de Estados Unidos, "pues todo lo que venía de América estaba de moda en el mundo".
Así, los nobles y la monarquía de la época consideraban al exótico plato una exquisitez y de allí se fue popularizando entre los europeos que sustituyeron el cordero por el pavo.
Poinsettia o Nochebuena
Esta planta originaria de México y Centroamérica, y cuyo nombre científico es Euphorbia pulcherrima, se ha popularizado desde el siglo XIX no sólo en nuestra región sino también en Estados Unidos y Europa como símbolo de la Navidad.
La planta recibe muchos nombres diferentes a lo largo de América Latina.
Se trata de un arbusto de hojas verdes y triangulares que se ponen rojas en el invierno y actualmente es una de las plantas más vendidas en la época navideña.
Antes de los conquistadores, los aztecas la llamaban "Cuetlaxochitl" y la usaban para teñir vestidos y para curar fiebres, el arbusto también era utilizado en ceremonias religiosas pues los indígenas consideraban que el color rojo era símbolo de pureza.
A pesar de que se trata de una planta mexicana, fue el embajador de EE.UU. en México, Juel Roberts Poinsett, quien a partir de 1825 se encargó de hacer famoso el arbusto y de allí que en muchas partes se le conozca como Poinsettia.
Así que no sólo fue el sabor sino también el color, lo que América le dio al mundo para celebrar la Navidad.
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