domingo, 25 de febrero de 2018

CULTURA

Blanco&negro

“La cultura griega antigua sigue siendo la cultura viva más poderosa en el mundo”: A. Marcolongo

La escritora italiana Andrea Marcolongo dedica su vida a estudiar la lengua y el mundo de los griegos. Con su obra, número uno en ventas en su país, ha logrado cautivar a curiosos y a expertos.
 “La cultura griega antigua sigue siendo la cultura viva más poderosa en el mundo”: A. Marcolongo Foto: Esteban Vega
Tiene 31 años y acaba de publicar en Milán su segundo libro. Después de La lengua de los dioses. Nueve razones para amar el griego (Taurus), la autora publica La misura eroica (Mondadori). En conversación con SEMANA, Andrea Marcolongo cuenta los hallazgos y los detalles de su obra. 

SEMANA: ¿Cómo empieza su relación con el griego, con la lengua de los dioses?
Andrea Marcolongo: Es una historia muy larga. Después de haber estudiado griego en la universidad, me encontré un día con un chico de 16 años que me preguntaba por qué, habiendo tantas lenguas extranjeras, tenía que aprenderse un idioma tan viejo y de memoria. Esa misma noche llegué a escribir un capítulo solo para enviárselo a este chico. Luego, a pesar de que me pedían que escribiera novela, seguí escribiendo en el mismo tono y con la misma intención con la que había querido hablarle a este chico.
SEMANA: ¿Por qué rescatar y estudiar una “lengua muerta”?  
A.M.: Pienso que el griego no es del todo una lengua muerta. Aunque la gente, claramente, no va por las calles conversando en el mismo griego antiguo que hablaba Aristóteles, cuando leemos o estudiamos las grandes obras de ese tiempo estamos entablando un diálogo con sus grandes autores, con sus ideas, con su mundo. Es fascinante encontrarse con toda la mitología, el teatro, la poesía; cuando lees la Odisea, por ejemplo, no sólo te acercas a Homero, sino que a través de sus personajes y de su narración te das cuenta que, aunque la gente dice que la lengua está muerta, la cultura griega antigua sigue siendo la cultura viva más poderosa en el mundo.
SEMANA: ¿Qué referentes la han acompañado en sus estudios?
A.M.: Homero, con la Ilíada y la Odisea, y Platón, con sus Diálogos y sus apologías, son los grandes referentes por excelencia para acercarse a la cultura griega.  Su manera de escribir es muy clara, está cargada de lógica y eso resulta ser, para nosotros, una forma de entrenar la lectura y, al mismo tiempo, el pensamiento. Y entre toda la poesía y el teatro griego que tanto me gusta, también está la obra de Virginia Woolf que fue, básicamente, la inspiración de mi libro, porque coincidimos en que el griego es como una lengua mágica. Ahora, en 2018, estamos más confundidos que en el pasado y es precisamente porque hemos perdido esa sensatez y esa lógica que nos brinda una lengua como el griego.
SEMANA: El griego permite estudiar la etimología, ¿cómo la estudia? ¿Qué hallazgos ha tenido?
A.M.: Yo amo la etimología desde que tenía catorce años. Es como el alma de las palabras. Gracias a la etimología tú puedes entender realmente, no todos los significados de las palabras, sino la forma en la que el ser humano llega a comprender y a relacionarse con su lengua y con el mundo. Por ejemplo, yo no hablo español, pero mi palabra favorita es arco-iris. La primera vez que la escuché me pareció increíble porque la palabra “Iris”, en griego antiguo, se refería al nombre de un personaje sagrado, la diosa del arco-iris que para ellos, representaba el pacto entre los hombres y los dioses y el final de la tormenta.
SEMANA: ¿Qué tan importante es para la educación incluir el aprendizaje del griego?  

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