Blanco&negro
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al anunciar su recaída. / AFP
Por primera vez desde que se enfermó, en junio de 2011, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, planteó abiertamente la posibilidad de su ausencia y designó al vicepresidente, Nicolás Maduro, como su sucesor. El mandatario fue autorizado este domingo por la Asamblea Nacional para salir del país por un tiempo indefinido y viajó a La Habana, en donde se someterá a la cuarta intervención quirúrgica, según el médico venezolano Rafael Marquina, “hoy mismo por el riesgo de compresión de la médula espinal”. (Ver recuadro)
Chávez, quien ha manejado su enfermedad como un secreto de Estado, sólo dijo que la operación era “absolutamente imprescindible por la aparición de células malignas en la misma zona donde está localizado el cáncer”. Estos anuncios, los más contundentes desde que informó al país de la presencia de “un tumor maligno”, sumen de nuevo a Venezuela en un futuro incierto, en el que se abren tres posibles escenarios:
“La primera gran incertidumbre es la sucesión, pues nada indica que su elegido sea aceptado por todos los sectores políticos del país, pero sobre todo al interior del chavismo”, afirmó Luis Vicente León, director de la firma de encuestas y análisis Datanálisis. Dicen los analistas que al hacer el anuncio antes de someterse a la operación, Chávez trata de consolidarle el campo a Maduro dando una orden que deberá ser acatada sin importar si su ausencia es temporal o definitiva. Pero, se pregunta León, “¿logrará Maduro el apoyo dentro de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en caso de que la recaída aparte a Chávez definitivamente del cargo?”.
Para el experto, “la designación de Maduro puede contar con el apoyo de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, del hermano del presidente y gobernador del Barinas, Adán Chávez, y del gran aliado del gobernante, el líder cubano Fidel Castro. A quien no conocemos es a los invisibles del PSUV, quienes ante un cambio van a ver amenazada su fuerza, su poder o sus negocios”, advierte.
Tras la cuarta reelección de Chávez, Nicolás Maduro se convirtió en el hombre fuerte de la revolución, pero la prueba de fuego estaría en la convocatoria a elecciones en caso de que Chávez no pudiera asumir su nuevo mandato de seis años el 10 de enero.
El segundo escenario que vive Venezuela está relacionado con las elecciones regionales del domingo 16 de diciembre pues la recaída de Chávez podría impactar en las urnas. Los candidatos del oficialismo, señalan las encuestas, podrían revalidar el control en la mayoría de estados. “Pero lo que está acá en juego son los dos grandes feudos que están en manos de la oposición: Miranda, con el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, y Zulia, con Pablo Pérez”, explica León. “El impacto electoral del anuncio de Chávez no es fácil de determinar: los suyos quedan desvalidos, pero el impacto emocional será fuerte”, aseguró el analista venezolano Carlos Blanco, precisando que hay que “esperar unos días” para calibrar los efectos de la enfermedad presidencial en el electorado.
Luis Vicente León coincide en que tras la solidaridad primaria por la enfermedad, los resultados en las regionales definen el futuro de la oposición. “Si Capriles gana en Miranda, será sin duda el gran líder opositor, sin rival en un proceso electoral, pues obtuvo el 45% de los votos en las presidenciales pasadas, algo que ningún candidato del chavismo podría conseguir. Si pierde, será un tema muy complejo porque habrá una batalla brutal en la oposición por el control del poder”.
Según un sondeo de la empresa Hinterlaces, que en septiembre pasado dijo que Chávez ganaría con un 50% y previó un 34% para Capriles, Elías Jaua, exvicepresidente de Chávez, ganaría en el céntrico estado de Miranda.
Si los resultados electorales del domingo favorecen al chavismo, como parecen anticipar los sondeos, analistas venezolanos ven grandes posibilidades de una reforma constitucional que evite convocar a elecciones, como establece ahora la Carta Magna, para poder designar directamente como presidente a Maduro.
“Si Chávez está vivo por un tiempo suficientemente largo, su recuperación es buena y gana las regionales, la tentación para llamar a una reforma constitucional es muy amplia. La idea sería cambiar las normas de la sucesión para que, si él falta, Nicolás Maduro —hasta ahora— no tenga que ir a un proceso electoral sino que asuma el gobierno hasta el 2019”.
Aunque Maduro es un hombre apreciado, carismático y conciliador, lo cierto es que no tiene la popularidad del presidente, que hoy ronda el 66%. “La popularidad de Maduro entre los venezolanos, o si puede ganar una elección frente a un candidato opositor, no se ha medido, pero lo cierto es que con la reforma, Chávez aseguraría el futuro de la revolución bolivariana”.
El pronóstico médico
Hace tres meses, el médico venezolano radicado en Miami José Rafael Marquina, quien ha hecho varias revelaciones sobre la enfermedad de Chávez, afirmó que el presidente tendría una recaída en diciembre. Su pronóstico fue acertado. La semana pasada en su cuenta de Twitter informó que al presidente no lo habían podido estabilizar en Cuba y que estaba en cuidados intensivos, razón por la cual no había podido recibir terapia hiperbárica. El diagnóstico y la información que dice manejar el doctor no resultan alentadores. Este domingo dijo que la nueva cirugía “es de urgencia en la espalda, porque el tumor le puede comprimir la médula espinal y crear déficits neurológicos”. Y agregó: “No creo que muera durante la cirugía, pero pudiera tener dificultades serias al caminar si se complica”.
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